Noviembre de 1993.

Pablo Osés (71 años), Juan Luis Herrero (59 años), Emilio Carreras (53 años), Gerardo Rodríguez (26 años) y Guillermo Sanz de Galdeano (20 años) deciden ponerse en huelga de hambre indefinida para promover un movimiento pacífico con el fin de conseguir que se destinase el 0’7% del Producto Interior Bruto (PIB) de España a los países pobres en 1996, como último plazo.

La ONU llevaba 20 años pidiendo a los países ricos este porcentaje del PIB con destino a los países empobrecidos pues ya se manifestaba que la  riqueza estaba relacionada con su pobreza  debido a la explotación y esquilmación de sus materias primas, fundamentalmente.

Las desigualdades sociales y económicas entre países eran tan brutales que se solía dar la cifra, tan redonda como estremecedora, de mil millones de personas viviendo en la pobreza y con una única pretensión diaria: sobrevivir.

El 10 de diciembre llevaban 26 días en huelga de hambre, atrincherados en la calle Azcona de Madrid.  Su ejemplo provocó un movimiento de solidaridad en toda España constituyéndose la que se denominó Plataforma 0’7%, uniéndose  así en un medio común medio millar de organizaciones no gubernamentales (ONGDS) y entidades sociales y ciudadanas, lo que representaba más del 80 % de la gente asociada en España y 262 personalidades firmantes del primer manifiesto.

Y no se trataba de pedir más, y punto. A la vez se reclamaba mejorar la calidad de la ayuda. El informe de 1992 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo señalaba que, a menudo, la ayuda no está relacionada con el nivel de pobreza del país receptor ni se asignaba a lo que deberían ser asuntos de prioridad humana. La educación básica, la atención médica primaria, el agua potable y los programas de nutrición tan sólo obtenían el 10% de los fondos de ayuda al desarrollo (FAD) destinados. Denunciaban que la supuesta ayuda se movía más por intereses puramente comerciales y por mantener influencias estratégicas de los ricos en las regiones pobres más que por directrices humanitarias.

El movimiento pasó a llamarse 0’7% y más. España destinaba ese año el 0’2% y se argumentaba que alcanzar esa cifra símbolo del 0’7%, a nivel mundial, era un paso muy importante para la Humanidad. “Condenar a la miseria a una parte de la Humanidad, es condenar al mundo; la bomba explotará para los países ricos, en forma de migraciones masivas en busca de un puesto de trabajo que provocarán olas de racismo por el encontronazo brusco de culturas a menudo muy diferentes y a unos niveles de poder y riqueza distintos”.

En toda España se crearon comisiones 0’7% adheridas a la plataforma. Huesca fue una de las primeras en unirse. El 24 de diciembre aparecía en los medios la  “Comisión Oscense de la Plataforma por el 0’7%” que se constituía por Acción Solidaria Aragonesa, Asociación de Vecinos del Perpetuo Socorro, Caritas, Cruz Roja, Centro de Cultura Popular, CGT, Comisiones Obreras, Chunta Aragonesista, Izquierda Unida y Unicef. La difusión de un manifiesto y la elaboración de folletos para sensibilizar a la población oscense venia ya con la suma de Chobenalla, Colectivo Antimilitarista, Colectivo de Mujeres Feministas, Manos Unidas, ONSO y Sindicato de Trabajadores-as de la Enseñanza.

En la primera rueda de prensa se difundió el manifiesto de la Plataforma 0’7%,  para dar cuenta de la magnitud del problema de la pobreza en el mundo, sus raíces, alcance e implicaciones, y nos muestra la consecución del 0’7% como un objetivo viable y asumible a corto plazo por las instituciones.

Se difundieron octavillas animando a concentraciones los días 7, 17 y 27 de cada mes a las 19 h., en Plaza Navarra.

En 1994, a través del Consejo Sectorial de Cooperación al Desarrollo, la concejalía de Participación Ciudadana se comprometió a alcanzar el objetivo del 0’7% “en un plazo que no sobrepasará el año 1999”.

En 1996, DPH destinaba en sus presupuestos un 0’03% y Ayuntamiento un 0’3%, con total indiferencia  hacia los planteamientos de la Plataforma 0’7% al no conceder entrevistas solicitadas con diversos concejales y presidente de DPH. Ya se justificaba con el argumento de ser unos presupuestos austeros; una auténtica tomadura de pelo pues lo que se solicitaba y se solicita es un porcentaje de los presupuestos, sean éstos austeros o no.

En estos años se realizó un abundante trabajo de sensibilización por medio de artículos de opinión, charlas, conferencias, operación bocata, semanas de solidaridad, acampada y ayuno en Cruz Roja, buzoneo de 17.000 folletos, y entrevistas con asociaciones, ONGDS, partidos políticos, sindicatos…

Después de transcurridos 30 años, pese a los avances en 25 países, unos 1100 millones de personas viven en una situación de pobreza aguda en 110 países del mundo y la mitad de éstas son menores de 18 años, según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo cuyo último informe ha sido publicado en julio de 2023. África subsahariana es hogar de la mitad de ellas, con 534 millones, y el sur de Asia alberga a otros 389 millones.

A su vez, Intermón Oxfam alerta de que los 10 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que los 3100 millones de personas que componen el 40 % más pobre de la humanidad:

“Éstas desigualdades tan marcadas no solo generan un inmenso sufrimiento sino que contribuyen a la muerte de una persona cada cuatro segundos. Pero no son inevitables: son las consecuencias de decisiones políticas y económicas”.

Como hace 30 años, la banda sonora de nuestras reivindicaciones sigue siendo: 0’7 % YA. En 2022 se rozó el 0’3 % a nivel nacional y la nueva Ley de Cooperación contempla alcanzar el 0’7 % en 2030.

Sin embargo, un puñado de municipios está muy por encima de la media nacional, asume desde hace años en sus presupuestos un compromiso financiero importante y sensibiliza a la población. Es la llamada cooperación descentralizada, impulsada por gobiernos locales y comunidades autónomas para “hacer frente a desafíos globales” y que tiene como protagonista “la ciudadanía, sujeto activo de las políticas públicas y actor clave para la construcción de soluciones”, resume la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo .

En Aragón, según la Federación Aragonesa de Solidaridad, solo el Ayuntamiento de Jaca y la Diputación Provincial de Zaragoza han cumplido con el compromiso del 00’7%.

Evolución de la ayuda destinada a cooperación en Diputación Provincial de Huesca:

Concepto

2017

2018

2019

2020

2021

2022

Presupuesto

65.988.970

67.268.362

63.650.990

69.508.370

95.904.228

83.500.000

AOD

214.000

229.000

229.000

210.819

229.000

239.000

% AOD

0,32%

0,34%

0,36%

0,30%

0,24%

0,29%

  En Ayuntamiento de Huesca:

Concepto

2.017

2.018

2.019

2.020

2.021

2.022

Presupuesto

48.202.704

50.325.680

53.783.575

51.093.077

48.839.537

53.858.996

AOD

161.928

160.420

171.737

101.581

79.857

87.100

% AOD

0,34%

0,32%

0,32%

0,20%

0,164%

0,162%

Lejos de aumentar el % destinado a Cooperación, se disminuye.

Las ONGD’s seguiremos insistiendo en que la realidad de la pobreza y la desigualdad extrema  no se pueden ni se deben hacer invisibles sino afrontarlas con compromisos cargados de JUSTICIA y  DIGNIDAD.

¡0’7% YA!

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