Por medio de la acogida y la capacitación, el proyecto trata de reinsertar en la sociedad a jóvenes y adolescentes en situación de calle de El Alto, inmersos en problemas de alcohol, drogas y delincuencia, ofreciéndoles un entorno seguro lleno de empatía y cariño que les proporcionará las oportunidades para un futuro digno.

La acogida, además de ofrecerles un entorno familiar en el que aprenden a convivir y relacionarse, les ofrece programas con el alumnado del colegio cercano, proporcionando vínculos con otras personas de su edad y favoreciendo la integración en el barrio. La implementación de talleres de formación integral (valores, cultura, autoestima y nivelación escolar), así como el contacto con otros centros terapéuticos especializados a los que se remiten jóvenes con necesidades especiales, permite una mejor integración personalizando la terapia a cada participante del proyecto.

Las capacitaciones para la integración laboral se realizan por medio de los diferentes talleres (pastelería, carpas solares, cerámica, costura…) y les permite una experiencia útil en trabajos con alta demanda en el país. Estas capacitaciones son impartidas por personas que en su día fueron beneficiarias del proyecto, permitiendo de este modo mostrarles las oportunidades reales que se les ofrece con personas que han compartido sus mismas vivencias.