
ARAGÓN POR LA PAZ:
NI INDUSTRIA NI OBJETIVO MILITAR
Llevamos meses de campaña propagandística sobre la necesidad del rearme y los beneficios de la industria militar. En lugar de promover el diálogo, la diplomacia y la cooperación como fórmulas de terminación de conflictos como Ucrania, Gaza y Sudán nuestras autoridades promueven urgentemente la militarización de nuestros territorios y economías capturando recursos y presupuestos públicos en beneficio y promoción de conglomerados armamentísticos y de seguridad.
En Aragón Azcón abre el proyecto del “hub de Defensa” con un anuncio que se vinculó inmediatamente con el apoyo para que Instalaza amplíe su capacidad para fabricar misiles y la recalificación de los terrenos de los que dispone en el centro de la ciudad a pesar de que en los mismos no hay actividad industrial propiamente dicha.
El impulso a la industria armamentística ha ido creciendo en Aragón con el anuncio del Gobierno de Aragón de ayudas para la reconversión de empresas civiles en militares y para innovación en materia de defensa que camufla el desarrollo de tecnologías armamentísticas. Durante la visita de Azcón a la feria de Defensa FEINDEF, en Madrid, anunció que se gastarán un millón de euros en la digitalización y diversificación de las empresas de este sector. A la siguiente semana, en Teruel representantes del Gobierno de Aragón dijeron en su aeropuerto que se incrementará el uso de sus instalaciones como campo de entrenamiento de aeronaves militares, añadiendo que el Ejecutivo autónomo tiene la intención de que el Aeropuerto de Teruel sea, junto a la Base Aérea de Zaragoza, “el máximo referente de las inversiones a nivel de Aragón, un territorio con un gran potencial militar, logístico, industrial, tecnológico y energético”. Todo esto redundará en el uso y abuso de los campos de tiro como San Gregorio y otros próximos, como el de las Bardenas, que van a ser empleados, con mayor intensidad, para la experimentación de armamento tecnológico y entrenamiento para conflictos.
Todas estas actuaciones implican una serie de amenazas que no han sido debidamente explicadas ni valoradas por los responsables de esta iniciativa. En un contexto de amenaza de guerra, convertirse en un referente militar con los nuevos usos de la base y el desarrollo de industria de armamento nos retrotrae al pasado y nos vuelve a colocar como objetivo militar. Pero en el presente, el uso de los campos de maniobras para experimentación cercanos a entornos urbanos, también supone un riesgo que se invisibiliza, además del daño generado a los entornos naturales que utilizan.
El dinero público debería destinarse a la educación, la salud, los cuidados, la cooperación internacional y la protección del medio ambiente. Las exigencias de la OTAN y EEUU de incrementar los gastos de los países miembros de la OTAN, como el nuestro, en defensa y seguridad hasta el 5% del PIB tendrán su contrapartida en la reducción del gasto social que es el que realmente genera seguridad y empleo.
El hub es contrario a los valores de la cultura de paz, promovidos en la Ley 8/2023, de 9 de marzo, de Cultura de la Paz en Aragón y de la ciudad de Zaragoza como sitio emblemático de la cultura de la paz en su reconocimiento por la UNESCO por su compromiso en la defensa de los derechos humanos, la paz, la no violencia y la convivencia en 1999. Las instituciones aragonesas han abandonado este proyecto pero la ciudadanía no, en noviembre de 2024 solo el 17,4% de la población estaba a favor de aumentar el gasto en defensa.
Por eso están desarrollando una amplia campaña propagandística con recursos públicos; pero como sociedad sabemos que la guerra es el mayor fracaso y que en Europa todas las guerras se han precedido de un rearme masivo de los estados. Parar el rearme hoy es parar la guerra de mañana.
La guerra no puede ser un proyecto de futuro ni horizonte de vida para nadie, excepto para los directamente beneficiarios del tráfico de armas. Aragón apuesta por la paz, la no violencia y la coexistencia pacífica de los pueblos como forma de resolver los conflictos y no quiere ser cómplice de una industria destinada a masacrar civiles y mantener guerras cuyas víctimas son poblaciones enteras ajenas a las decisiones de los gobiernos que las provocan.
Por todo ello, exigimos al Gobierno de España, al Gobierno de Aragón y a la Alcaldesa de Zaragoza que:
- Paralicen el proyecto de Hub de defensa y la ampliación de Instalaza para diseñar y fabricar sistemas y subsistemas de misiles.
- Trabajen hacia la reconversión de la industria armamentística hacia usos civiles, posibilitando ayudas para ello y centren sus esfuerzos en otro modelo de desarrollo industrial más sostenible que no se alimente de la guerra, ni de la escalada belicista.
- Informen de manera adecuada a la ciudadanía sobre las consecuencias y los usos que se va a hacer de nuestro territorio por la industria armamentística.
- Renueven el compromiso de renunciar a la violencia y a la amenaza del uso de la fuerza como medio de regulación de conflictos, entre países y entre personas.
- Aumenten el presupuesto destinado a cooperación al desarrollo y a proyectos comunitarios que mejoran la convivencia como los caminos necesarios para construir territorios de paz.
- Reviertan los gastos armamentísticos en la salud, la educación, la vivienda, los cuidados, la solidaridad, la cooperación al desarrollo y la igualdad, es decir en las necesidades sociales cuya cobertura genera seguridad en las personas.
- Denuncien y se opongan a la escalada belicista para entablar otro tipo de relaciones internacionales.
