En este círculo de silencio de marzo tuvimos muy presentes a la masacrada población de Gaza, que ni tan siquiera tienen derecho a migrar o buscar refugio ante la política genocida del Estado de Israel.

ASA coordinó el círculo de silencio de Zaragoza del mes de marzo y leyó el siguiente manifiesto:

Esta semana hemos sido testigos de las palabras del presidente francés ofreciendo más vidas y recursos para la guerra. Esto supone sufrimiento, pobreza y movimientos migratorios que, por otro lado, no queremos asumir desde Europa.

Las guerras son sinónimo de destrucción y en el mundo han supuesto y suponen que muchas personas pierdan sus medios de vida y sus hogares (además de las pérdidas personales). Alimentar la guerra, consentir los genocidios con nuestro silencio y mantener conflictos en busca de un enriquecimiento de las empresas de armamento y de creación de infraestructuras tras un conflicto, nos hace, como poco, responsables de que las personas quieran llegar a lugares sin guerra, muerte y pobreza.

Sin el expolio continuado que desde Europa y otras zonas se hace de los llamados Países Menos Adelantados, los movimientos humanos tampoco se darían.

Sólo en los seis primeros meses de 2023, se presentaron 1,6 millones de nuevas solicitudes individuales de asilo a nivel mundial, la cifra más alta jamás registrada. Esta situación no tiene previsión de cambiar a favor de la vida.

Ante esta situación, y mientras conseguimos la paz, seguiremos solicitando a nuestro Gobierno un compromiso claro con la vida de las personas migrantes.

En esa línea nos hacemos eco de una iniciativa europea que, bajo el lema STOP A LA VIOLENCIA EN LAS FRONTERAS, exige a los países de la Unión Europea la protección de los migrantes o solicitantes de asilo mediante:

  • el establecimiento de mecanismos de seguimiento para detectar y detener violaciones de derechos fundamentales y actos que atentan contra la dignidad humana, tanto en las fronteras como dentro del espacio común europeo;
  • la retirada de acuerdos internacionales sobre control de flujos migratorios con terceros países culpables de graves violaciones de derechos humanos,
  • NO promover dichos acuerdos en el futuro;
  • el establecimiento de normas mínimas de acogida, aplicables a todos los Estados miembro, y durante todo el período de residencia de las personas en su territorio;
  • Y la posibilidad de sanciones específicas en caso de infracción de las normas de la UE.

El 5 de abril estas concentraciones cumplirán 12 años.

 

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