El proyecto acoge a chicas de la calle que se han visto obligadas a abandonar a sus familias y han sido sometidas a abusos sexuales. Trata de incorporarlas a la sociedad ofreciéndoles un hogar seguro que favorezca su desarrollo personal. Ofrece formación para que, una vez que dejen la casa, puedan desarrollar una vida independiente y autosuficiente.